domingo, 23 de octubre de 2011

El Jardinero




Fugitivos de ellos mismos
perseguidores de irreconocible gloria
soñadores sin memoria!
...así se conocieron.
Hermano de su enemigo
orador de palabras perdidas
cuestionador de la verdad.
Aún asi...así se conocieron!

¿Hubo algo que vieron en sus adentros?
o fue el llanto que airearon los vientos
cuando la muerte en desconcierto, 
avergonzada ante la luz de su propio cielo,
maldecía en su fallido intento.

¿Hubo algo?
no lo recuerdan bien,
tal vez fueron sus mejores sueños
ese que todavía no han soñado
el que los atrajo...y...
que detuvo la tristeza sin nombre,
esa que danza en su veneno
esa que golpea en las manos del misterio
para permitir reencontrarse
a aquellos que de su camino salieron.
Ahí se conocieron, ahí se detuvieron
y yo junto a ellos, en aquel minúsculo
e invisible sendero, atajo que no existe
pero que está bajo el minúsculo jilguero,
y que no necesita San Juan.
Para conseguir el verdadero deseo
punto congelado del Universo
cuna de perfección e instante de agradecimiento.
Vaciando la pesadilla de mis adentros,
en búsqueda de reencontrarme estoy, 
sacudiéndome las cenizas, 
soñando con ser soñador.

A alguien debo agradar,
a Dios, al Cielo, a la Vida o a un deseo
que me darán la oportunidad de cultivar un jardín,
pero primero aprenderé
a ser un agradecido jardinero!

Mario Pedraza
pintura: Vincent van Gogh

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