jueves, 8 de noviembre de 2012

Primavera




Desde la cárcel, no es fácil leer poemas en primavera, sin convertirla en la "maledetta", la maldita. Tampoco lo es, hacer clases, cuando todo afuera está en flor, y los alumnos se ven mustios. Pero es imposible hacer como si siguiéramos en invierno, porque hasta el olor penetrante de la cárcel, se ve invadido por los aromas que las flores lanzan para conquistar a las abejas. Entonces, hablamos de los ciclos y de la vida que se renueva, y cada uno escribe de su primavera esperada, vivida, frustrada, o como sea que se presente esa primavera, que florece en su imaginario y en su corazón.

Paul Klee: arbustos en primavera

Nosotros también lloramos



Otra Primavera llegó, y o
 desperté con ganas de llorar,
con deseos de saber, 
cuál es mu última batalla.

Con ansias de abrazar a alguien
y mejor si eres tú.

Desperté con la alerta que produce la rabia,
y la aturdida paz que otorga el amor...

Aletargadas e imprecisas respuestas
de un tiempo sin preguntas
maquinaria ajustada al minuto y al día.
Reglas acordes a quien crea las reglas.
Azar inservible,
pues no esquiva las balas
que se lanzaron para ser libres,
y el miedo del entorno...me ha dejado solo.

Desperté con ganas de llorar
y lloro porque soy hombre!
Porque mi corazón salvaje,
se resiste a no llorar!
lloro de rabia, tristeza, felicidad
alegría, y por un amor...pero no de miedo
a este lo espero.

Loro porque cuando amanezca,
la primavera disfrazará
la desolación que rodea,
aquella que salta agitando sus brazos,
para que haya sensaciones diferentes,
y que en realidad,
pocos quieren ver.

Mario Pedraza
pintura: Henri Rousseau

Sueño de Primavera



Dormía en copiosos abrojos
hacinada de sueño y sentires
remota careta bosteza
y aumenta su embrujo en confines.

Indigo cielo blanquea
le ligan antojos de salvia
auspician retamos de carda
la muerte y harapos del bosque
arren la luz de septiembre.

¿Será que el sahumerio del vado
me trajo exhales de luces?

cariz de linaje dormido
revientan en  hojas los ulmos 
el Ñanco corrige al barranco
tiñendo con sol al rebaño.

La luz cenicienta nos dice
"Adiós, ya me voy, no me miren"
la arboleda chispea capullos
el arrollo se llena de arrullos
resplandece el lejano horizonte
y vigila su puesto en el monte.

En cadejos se vienen alfiles
una rosas también alhelíes
la cantera agasaja campanulas
y los maquis abrazan al lingue.

El osario de hojas revive
el huraño mirar de las hierbas
enarbolan con risa a rediles.
La modorra del bosque se ha ido.
El sopor se esfumó entre raíces.
Madre mia, es excelsa tu huerta
nacen nardos bailan los serafines.

Primavera de días gentiles
me fusiona a tu andar de raíces
la guirnalda de lluvia corola
a tus hijas floridas en corro.
Primavera, torciste la grama
tu candor es hechizo y nos llama
tu pureza envuelve miradas
y me quedo anclado a tus matas.

Alfredo Cabrera
pintura: El nacimiento de la primavera/ Sandro Botichelli

La Primavera


Un árbol un brote
un nido de pajaritos
construyendo entre las ramas,
creciendo donde es libre
es el vuelo, van y vienen
ya las hojas son verdes
cálido como el campo
de mis abuelos.

La Primavera
trae y se lleva recuerdos
pronto iniciarán el vuelo
aquellos polluelos.
Quisiera estar ahí para poder
verlos emprender el vuelo

José Marambio
pintura: Joanna Charlotte

Libertad


Llegó la Primavera, ya sale el sol,
y para mi es un día de paz, porque
al fin, llegó mi libertad.
Los pajaritos cantan y yo río
porque por fin podré ver
ese lindo cielo azulado, y por las noches
ver las estrellas con el amor de mi vida,
esa gran mujer.
Yo le diré todo mi romanticismo,
y podré correr por ese hermosos parque.
estoy lleno de felicidad al ver el inmenso río
que, con sus aguas cristalinas, 
refleja la luna.
Con alegría besaré a mi gente que me espera
con los animalitos que viven en mi hogar.
Caminábamos todos juntos
entre el polen y el calor,
pero desperté y me di cuenta,
que había sido un sueño.

Pablo Garrido Meneses
pintura:paseo de primavera, Ivan Shishkin

La Primavera


Dichosa eres, entre las estaciones
las larvas yacían dormidas
algunas un poco escondidas
bajo follaje opaco
todas cubiertas del frío raco.

Señora Primavera
tras meses de esperas,
por fin tu llegas,
trayendo contigo hermosos días,
llenos de colores y alegrías.

Ariel Ceballos
pintura: "Una orquídea en primavera" Claude Monet

domingo, 4 de noviembre de 2012

Consciencia


No hay como dormir con la consciencia tranquila, digo en clases.
"Yo siempre duermo tranquilo", interviene Carlos sin que nadie le pregunte.
¿Nunca sintió que había hecho algo malo? ¿No ha tenido remordimientos?
"No señorita, nunca!".
Me intriga cómo un hombre como él, que no da la impresión de ser un tipo a moral, es capaz de hacer tamaña declaración. Le admiro la honestidad, pero me asusta su afirmación. ¿Qué hace posible que un hombre que ha delinquido reiteradamente, nunca haya sentido culpa...? Tiendo a pensar, que las personas tenemos un repertorio innato, y que en algún grado sabemos desde chicos, lo que está bien y lo que está mal, o que, al menos, nos avergonzamos o nos dolemos del daño que causamos. Pero para esto hay que tener consciencia de estar causando un daño, o de haberlo causado, o de estar a punto de causarlo. Que después se deseche el pensamiento, es otra cosa, pero un delincuente que al menos ha vislumbrado la culpa, tiene algún parentesco valórico con quienes, por lo menos en el en el orden legal, no hemos tansgredido la norma. Pero Carlos es cuento aparte. Fue choro de cartel, lo que significa que para obtener la fama, tuvo que vivir de acuerdo a determinadas leyes del hampa, y lo mismo para mantenerla. No hay que confundirse; el mundo del hampa no es anárquico, todo lo contrario, es extremadamente jerárquico, y está lleno de códigos de conducta y de normas morales. La lealtad es exigida en su máxima expresión, y cobrada a sangre cuando no ejercida. La delación, por ejemplo, es un acto que puede costar la vida. Lo mismo, enamorar a una mujer cuyo marido está en prisión. Pero, dado que Carlos duerme tranquilo, es de suponer que para él aplica el dicho "quien nada hace, nada teme". De que "ha hecho", que duda cabe, por algo está haciendo años en la Cárcel de Alta Seguridad, pero en su particular código de conducta, él se ha portado como un caballero. Duerme tranquilo y no tiene remordimientos, porque  no siente ninguna empatía con las víctimas de sus delitos. Ni remordimiento, ni odio, ni rencor, ni vergüenza...tampoco deseos de venganza o de ajustar cuentas.. La víctima como un "otro", no existe. Y cuando en clases menciono (de cuando en cuando) el sufrimiento  causan los delitos, él no puede estar más de acuerdo, solo que las víctimas en su particular concepción del mundo, son sus familiares. Eso si que si, y le duele mucho. Pero más allá de su núcleo cercano, pareciera que nadie sufre. El radar emocional, alcanza solo para la familia y los miembros de la tribu.
¿Cómo es posible este estado de indiferencia, de auto indulgencia?,  Sucede que Carlos no ha tenido vivencias que lo liguen al mundo "de los buenos". Durante su vida en libertad, no hubo más mundo que el de su hogar disfuncional en la población, y el de las cárceles de menores. En cuanto pudo sostener un arma, se convirtió en "soldado" de la batalla sin tregua que libran las pandillas por el control del narco tráfico. Nunca conoció ni alternó con personas corrientes que viven de un sueldo, no puede imaginarse la realidad de los "giles" o los "longil",  que es como nos llamamos en Coa, los que andamos "en la legal". Para él somos de otra especie, de la especie que tiene todo, y no tiene porqué sufrir. No comprende que el ser que tiene enfrente, puede tener ilusiones que el destruye. El puente entre su realidad y la de los otros, está cortado, y en el medio hay un abismo, que se traga a moros y a cristianos.