Aleksei Tivetsky
Estoy dormitando, me han operado hace dos días, no soporto la sábana, ni la luz, ni el ruido del pasillo...siento mucho dolor, no encuentro posición para aliviar la espalda y hace poco me bajaron la morfina y tuve una crisis de angustia. Por instrucción del doctor la enfermera puso un letrero "sin visitas" junto a mi puerta, mientras él mismo me dice que recién el miércoles puedo irme a mi casa, lo que suena a tragedia, porque "recién" es sábado. Estoy adolorida y triste cuando se abre la puerta y entran dos señoras. A una la conozco, chiquitita, viene vestida de rojo, es Silvia, la señora de Manuel Henríquez. La otra es una mujer alta, morena, con el pelo entrecano amarrado en un moño, y dientes albos. ¡La Violeta, la mentada Violeta, la hermana de Manuel Tapia! Pese al Transantiago y a que una vive en Renca y la otra en Puente Alto, se juntaron en la estación los Héroes, se equivocaron bajándose en Los Domínicos, tomaron la 41 y llegaron, almas del cielo, a verme. Las dos sonrientes como flores, olorosas como flores, más lindas que flores, entre ellas se tratan de usted Señora Silvia y Usted Señora Violeta, porque no se conocen. Y se ponen a rezar. Es decir, la Silvia reza porque es católica y la Violeta ora porque es testigo de Jeovah. Y la Señora Violeta me toma las manos y dice una oración preciosa, una petición en que le pide a Jesús que me cuide "de la mollera a la planta del pié" y repite, Jesús cúidala y bendícela "de la mollera a la planta del pié"
Después me dicen que tome agüita de matico porque sana las heridas por dentro, y que muerda hojitas nuevas de llantén, y nos despedimos porque se está haciendo oscuro y el viaje es largo.
Paso una noche tranquila y en la mañana del domingo me examina el doctor: "ya Andreita, que te junten tus cositas, te mando pa la casa". ¿y qué pasó, no me tenía que quedar hasta el miércoles?...tenías...pero no se...algo pasó,...ayer en la tarde estabas muy frágil, pero ahora estás estabilizada, te vamos a sacar todas estas mangueras, observarte unas horitas y si sigues bien...a la casa!
Hoy es lunes y mientras miro el florero sobre la cómoda me acuerdo de las dos Manuelas, ángelas de mi guarda....