Te conocí antes de conocerte
tuve bendita suerte
de haber de nuevo vivido
y de encontrarte nuevamente
Siento que después de esta vida
y cien años después de la despedida
volveré a tu querer un día
pues el cierto amor que prometía,
me llevará al sendero
de nuestra guarida.
El tranvía no se detendrá
continuará aún que no haya puente
seguirá sin cear a un torrente
los besos serán el nutriente
de mantenerlo a flote
y hacia adelante.
Si miento, cobrarás mi palabra con interés
y dulce condena cumpliré
de amarte mil siglos y un minuto más
entre tiempo sereno e inexistente.
Mario Pedraza
pintura: Jan van Eyck
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