Tú eres mi alegría mi fortaleza,
el orgullo de que en mis venas
corre nuestra misma sangre,
a pesar de los errores que he cometido
sin embargo siempre me estás entregando tu cariño
Ese cariño que como un rayo de amor
envuelve mi corazón, ese corazón roto y triste
que fue dañado por un mal amor.
Pero con tus palabras sabias
se regenera y rehabilita mi corazón.
¡¡¡Estoy de vuelta!!! ¡¡¡Estoy de vuelta!!!
y lleno de alegría para seguir luchando
contra el odio que me mataba día a día
y todo gracias a ti
mi gran madre querida
Pablo Garrido Meneses
Cristo despidiéndose de su madre
Bernhard Striegel
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