Aquella mujer que está allí,
...es una india!
Ara la tierra con manos de acero
las mismas, que dan el más hermoso sueño.
Es el motivo para que existan jardines,
y para que la vida, sea vida.
Convierte en pan, el carbón y sus brasas
mientras que con tibia y tierna voz,
implacables pesadillas arrasa.
Aquella mujer que está allí,
...es una india!
viaje de puntos de colores, es su sonrisa
y murallas de protección, sus abrazos son,
su naturaleza es ternura,
y el cansancio, desconocido es.
¿Cimientos del bíblico Edén?
¿Pilar de una tal Babel?
No lo sé.
Lo único cierto, y en esto no tengo dudas,
¡inspiración de valentía es!
Aquella mujer que está allí,
...es una india, mi india!
¡Su amor me pertenece!
¡Y yo le pertenezco a ella!
Lo sé...¡si, lo sé!
Pues mi corazón es quien rompe el silencio
y lo convierte en palabras,
me desquicia con la mixtura de sus besos,
e hipnotiza con la melodías
de las cuales está cargada su piel.
Me alienta con el nectar de sus suspiros,
me suspende hasta entumecer,
lo que consciencia propia hubo de tener.
Aquella mujer que está allí...
es una india!
Mi india!
...su nombre es Denisse.
Mario Pedraza Eyzaguirre
pintura: Samuel Lind
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