Un dolor de muelas fulminante me sentó en la silla del dentista.
El saludo de rigor, la postura del babero y de un zuácate para atrás la silla. De cabeza veo como se acerca el doctor Mortis, enguantado y con una jeringa en la mano. Solo un par de ojos azules asoma entre gorra y bozal. Agarra el taladro y mientras arremete contra la muela, se larga a hablar (haciendo uso del derecho a monólogo que tienen los dentistas):-mmmm...¿es cierto que haces un taller de literatura en la cárcel...?
-ahaaa...
-así es que es cierto....mmm bueno, déjame decirte que personas como tu ¡ME DAN MUCHA RABIA!!!!
-¿ahhahaaa????
-¡mucha,pero mucha rabia!, cómo no te das cuenta que a estos tipos hay que secarlos en la cárcel bla bla bla bla bla, con qué cara te presentas ante las víctimas, te gustaría que te asaltaran y te amarraran y le hicieran zamba y canuta a tus hijas
-ohhohhhh!!
y entre medio, métale taladro. Veinte minutos desplegando su artillería de palabras y de agujas
-¡listo, quedaste como nueva!...pero mirenlá, soltando un lagrimón, ¿tanto te dolió?!
-mucho,... lo que pasa, es que a mi las personas como tú, me da mucha pena....
pintura: Gerrit van Horsthorn
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