viernes, 24 de agosto de 2012

Enemigos, Hermanos por Sangre


Un emisario corrió en voz,
lo que hace tres días sucedió
el bandido, Victor Pincoyano
herido de muerte cayó.

Un Arma y tan solo una aguja,
empujó tres balas silenciosas.
Que cortaron el espacio tal cual brujas
y se llevaron el aliento del picoya.
Gallardo, valiente contra valientes,
jamás nunca compró repertorio.
Con espadas en mano y en cana
a la muerte desafió y sus distintas caras.

Con morbo lo vi batallar,
con sinceridad pedí no fuera su final.
Las extensiones de sus brazos
serpientes fueron,
que al barquero del otro mar,
en su interior sin júbilo danzar.
Un emisario se encargó de traerme tal noticia,
conocedor de la historia colectiva,
historia con historias, durante aquella guerra,
que sin vencedores, terminó pactándose en tregua.
"Hace tres días cayó abatido -dijo-
el hijo, esposo, hermano y padre
lo encontraron mirando hacia el cielo
como pidiendo perdón"
Terminó el mensaje.

Tenía mirada fija y pensante,
pasos seguros y en compás,
bruto al expresar sus sueños
pero en familia irradiaba paz.

Desde su celda, alguna vez emanó música
y otras noches alguna oración
las mismas que durante nuestra guerra,
algún cristiano por nosotros oró.

En mis ojos reflejó su ira,
en sus palabras, mi rabia expresó
durante tres días conocimos nuestras penas
tres días de guerra
que al diablo y a sus secuaces afligió!

Un emisario corrió en voz,
lo que en irónicos hace tres días sucedió.
El hombre, simple y nombre Victor
herido de muerte cayó.
Enemigo digno nunca más he conocido,
como amigo de los tuyos fuiste el mejor,
la oración al cielo que dejaste inconclusa,
por ti y con respeto,
hoy la termino yo.

Mario Pedraza
pintura : Henri Rousseau, lucha entre un tigre y un búfalo

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