No puedo olvidar, afuera el sol del jardín, los pájaros
los cántaros de luz que vierten su luz sobre las piedras
y la hiedra cubriendo el muro blanco en el aire de invierno.
Llega la noche y duermo con la ventana abierta al aire
por la que entra el blancor de la luna lamiendo lo oscuro
y mientras sueño la fortuna de una estrella en el sueño,
lloro por la amarga fortuna de lo duro y del encierro
de aquellos a quienes quiero y por quienes lloro.
pintura: Mimi Chen Ting
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