Sentir esperanza es algo netamente humano. La esperanza tiene que ver con el futuro, y somos nosotros los únicos seres que tenemos conciencia de un por-venir.
Las ardillas se nos parecen un poco, les gusta ahorrar en verano para comer en invierno, pero probablemente no tienen conciencia de estar guardando. Los animales viven el presente. En nosotros, en cambio, la preocupación por el futuro ni siquiera termina con el fin de la vida. Seguimos planificando e imaginando más allá. Creer en la vida eterna, es creer en un futuro eterno. Querer hacer méritos para una vida en el "Más Allá", es otra forma de preocupación por el futuro. ¿Qué sería de nosotros, entonces, sin la esperanza? Ella, en nuestro imaginario, es capaz de revertir aquello que nos preocupa, o de materializar eso que anhelamos. Esto, de la mano del tiempo que tenemos por delante.
Virtud teologal o mecanismo de supervivencia, el caso es que está ahí, porfiada, desafiante de toda lógica. No hay dato duro que logre ablandarla, ni ser humano que no haya sido iluminado alguna vez, por esa luz ilusionada. Cuando todo colapsa, esa pequeña llama es la última en apagarse. Los hospitales y las cárceles están llenos de ella.
La esperanza fue el tema de nuestra última clase. Quedé sorprendida de su fuerza. Hasta el más escéptico fue capaz de formular algún pensamiento esperanzador, aún que solo fuera la esperanza de olvidar y dejar de sentir angustia. La abrigan incluso hombres condenados a cadena perpetua, que están enfermos y sin visitas. Sin libertad, sin salud, sin dinero, sin familia o amigos, con un sentimiento de culpa lascerante, y sin embargo...esperanzados.
Aquí algunos textos
CARTA
Querida Andrea, en el taller estuve casi de incógnito. Los temas de la Fe y la Esperanza no fueron tópicos que hubiera abordado con anterioridad en mi vida. Ahora, en prisión, se vuelven más cotidianos.
De Mayo al mes de Agosto, estuve muy solo, recluído en una galería subterránea de la máxima seguridad, solo, yo y mi realidad corpórea. En las celdas contiguas no había nadie, en lo absoluto, solo. Con cuarenta años de condena y una soledad que recalaba mi esqueleto. Perdone, puede que el tema no sea grato, pero ahora sostengo que el más extremo vacío que se experimenta, sirve para re-endilgar la "ruta de la vida".
De mañana llegaba un par de centinelas a revisar mi celda, a constatar si aún respiraba o simplemente, en el transcurso de la noche, había optado por el suicidio. Extrañamente, en esa congoja solitaria, ne nació una Fortaleza nunca antes prevista. De mi más infnito dolor, nace una armadura de oración, reflexión, autoentendimiento y propuesta para seguir.
Todo estaba en vilo, pendía mi pena, mi vida, la ausencia de los más pequeños y humanos detalles. Por largos meses ni siquiera vi la luz del día. A través de un pequeño orificio ingresaba aire, y más tarde mi oído agudizó su percepción, pudiendo así clasificar desde otro pasillo, lamentos, blasfemias, pasos, corros, y a veces el viento que se colaba paseándose a cascabilleos por medio del enrejado.
La Fé se volvió una masa en mi, de mis dedos nació un rosario, mis pulgares fueron el Padre Nuestro, mis manos apufadas daban la Gloria al Padre, al Hijo y al Santo Espíritu, mis manos entrecruzadas daban pié para que de mi boca emanase el "Salve", Esta Reina Madre, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra.
A veces revobino estos espacios vividos, y mi pecho henchido me indica un norte invisible, para levantar la cara, colgarme de una sonrisa, ordenar mis cabellos y dejar la procesión en algún rincón de la celda.
La Fé es intangible, rara, desnuda, danzante, profesa una línea en el aire, abanica mariposas al oído. juega con caleidoscopios cobres a la vista y repone como un caldo de gallina, después del empeñón de la cerrazón.
De la Esperanza...bueno, ambas se convidan y caminan juntas, la una no descuida a la otra, y como dos viejas hermanas, te abrazan con una tibieza de amor.
Alfredo
POEMA
LA ESPERANZA
Ya no puedo con la condena
que lucho día a día
mi corazón se hunde
en una celda fría
vida es agonía
y es muy poca la esperanza
de salir todavía
Mauri
POEMA
DE VOZ Y ESPERANZA
No merma riquezas,
engrandece pobrezas,
con alas de alondra se posa en el sino,
los surcos del suelo, el cielo y tu aliento.
Redime culpables,
perfuma al doliente,
sonroja al nostálgico,
con bríos de aire,
llega hasta los breñales.
Da fuerza al sentenciado.
Crece en la voz del bienaventurado
Cruza con ímpetu en los afables
Apacigua al que sufre.
Y florecen los nardos,
Otea en soslayo las cañas,
En cunas de luna su imagen impregna
Llenas de nácar dibujas las natas.
Coge al viento en suave cortejo.
Toca a la abuela con rimas su cama
Devuelve acurrucado el manto
a la noche; concurre al estío
con roble y mañíos.
Sonríe al arroyo que fluye contento,
se ríen los campos envueltos en juegos,
los pinos gorjean con nidos la bosque,
simulan aromos los brotes y ramas.
Alfredo
POEMA
Es que ya ahora no quiero ninguna cosa
ninguna, ninguna
porque ya no vienes a verme
y tanto que me decías que me amabas
que era tu amor, me decías, que era tu niño
y me botaste, perro viejo me siento
tirado a la salida de una iglesia
mi única esperanza es dejar de quererte
pero si me quedo sin mi dolor
¿cómo lo hago? ¿para que es que vivo entonces?
Cuando respiro, quiero parar de respirar
pero sigo empujando el aire
porque me gusta creer la mentira
de volverte a ver.
Jorge
POEMA
yo de chico tenía la esperanza de ser piloto cuando miraba el cielo como todos los niños que tienen esperanza y quieren ser otra cosa de lo que son al final porque a veces la vida decide.Mis amigos de la calle que teníamos esperanza que íbamos a ser famosos a ninguno le resultó pero yo estoy esperanzado que mi hijo salga adelante.
Mauricio
POEMA
Qué esperanza puedo tener
aquí en la cárcel donde estoy
tengo que encontrarla para no caer
Cinco años sin parar
entre paredes, sin poder salir
cómo saber lo que va a pasar
La esperanza no puedo perder
con fé la voy a encontrar
y de la libertad voy a saber
Dime Dios que debo hacer
este calvario debe terminar
y la libertad volver a ver
Claudio
POEMA
Yo no tengo esperanza de que me perdonen de corazón
yo no podría,
pero tengo la esperanza que mi sufrimiento
y el rencor que seguramente sienten por mi
les de fuerza para seguir.
Tengo la esperanza que el tiempo les va a traer consuelo
Tengo la esperanza de estar soñando.
XXX
La esperanza es para mi un alargamiento de mi día a día,
que me da fuerza para proyectarme a futuro, para un día mejor.
Como esperanza un día cumpliré mi pena
Como esperanza que un día estaré junto a mi esposa
como esperanza que estaré junto a mis hijos
cmo esperanza que podré conocer mis nietos
y la esperanza de ser una persona libre
y tengo esperanza que este mundo será mejor
Mario
Gracias Andrea por este espectacular regalo de fe, esperanza y de tu generosidad
ResponderBorrarUn fuerte abrazo
La esperanza a diferencia del optimismo viene de lo alto, viene de una fuerza que nos toma desde fuera y nos alimenta el alma para transformarnos. Para mostranos lo bello que la vida puede ser, que nuestro interior puede ser, más allá de la condiciones que nos rodean. Nos da la fuerza para sentir lo que Alfredo sintió en esa celda o lo que el otro Alfredo identifica como origen de esa fuerza.
ResponderBorrarGracias Alfredos y gracias Andrea por mostrarnos esperanza de la más pura, de la mas dificil, de la más esperanzadora.
Andrea:
ResponderBorrarMe acordé de tí y de tu esperanzadora obra con quienes están privados de libertad.
Días atrás, en la radio USACH me enteré de que en el penal de Talagante hay un grupo folklórico de internos (Cocha Waira), los que guiados por Jorge Gajardo, primer charanguista del Ballet Folclórico Nacional, Bafona, sacaron un segundo CD con su música. Realmente suenan muy bien.
Esta obra, más los talleres de poesía que impartes a reclusos, nos permiten ver hechos concretos de apoyo a esa gente, hechos que no hacen más que valorar la suerte de que existan personas como tú.
Un abrazo.
DESDE EL AIRE
ResponderBorrarDesde el aire
Una ventana sin barrotes,
Mientras vuelo cruzando el macizo andino
Y cruzo mirando mi alma conmovida.
La esperanza, último posteo del blog,
Me despierta como un rayo cuando leo la carta de Alfredo,
Cuanta verdad surgida de ese encierro aterrador,
Cuánta luz ascendiendo de ese cuarto de oscuridad,
Cuánta Esperanza subiendo de ese lúgubre subterráneo
a estos más de mil metros de altura por los que vuelo.
El misterio de la vida que viene del encierro al cielo,
De ese “hoyo negro” a esta estrella incandescente,
De esa pesadumbre a esta liviandad del vuelo.
Gracias Andrea por que permites que el poeta recluído
Aparezca tras esas ventanas sin barrotes,
Para invitarnos a salir de nuestras propias prisiones,
De nuestras miserias, de nuestras exclusiones.
Gracias Alfredo, Claudio, Mauri, Jorge, Mario,
XXX, Rafael, Esteban, Lenín,
y tantos de quienes aún no leo,
Gracias Borges, Neruda, la Mistral, Huidobro, Zurita,
Homero, Sócrates, Amado Nervo, Pessoa, Quevedo,
Jesucristo, los profetas –poetas bíblicos, San Pablo,
Gracias Andrea
del cielo, 13 abril 2008, 10:30a.m.
Alfredo, gracias por su esperanza, por su Fe. Si usted la tiene quién soy yo para no tenerla, gracias por su ejemplo... pensaré en usted cuando esté cerca de la delgada línea que nos separa de los días grises.
ResponderBorrarun abrazo,
Francisca.
Que tremendo trabajo te juro que estuve leyendo algunas de las publicaciones, solo por no tener el tiempo suficiente en el trabajo para leerlas todas pero encuentro que estas realizando un trabajo enormemente importante, yo soy cineasta y la verdad siempre me a gustado mucho el hecho de poder abrir la esperanza a los demas desde el arte. y ahora leyendo esto me lleno de emocion sobre todo con la historia de Olguin.
ResponderBorrarFelcitaciones y muchas gracias
Increíble Andrea!
ResponderBorrarLeí en el Mercurio acerca de este blog, y estoy impresionado.
Se nota que tú y tus alumnos son un equipo, cómplices..en la poesía, en el cariño, y en la sensibilidad con que escriben.
Les deseo mucho éxito, no paren!
un saludo afectuoso
Francisco Tagle
La curiosidad me impulsa a ver tu blog, y me encuentro con esta tremenda sorpresa. Los presos conversando de la esperanza, de la vida, de sus penas, y, lo más impresionante, de sus culpas.
ResponderBorrarQuizás, si hubieran tenido la posibilidad de escribir y conversar, acogidos por alguien como tú,ANTES de cometer el delito, no estarían en la cárcel.
Ojalá que los presos que pasen por tu taller, se conviertan en una especie de "monitores" de otros presos, y les transmitan que hay otros caminos en la vida.
Se pasaron, los alumnos y la profe!
Saludos
Gonzalo
Andrea
ResponderBorrarQuería contestarte en privado… pero sigo el juego de todos.
He llorado siguiendo las líneas de la carta de Alfredo… Que misterio más grandes nuestra interioridad. Me impactó mucho su contenido… Estoy llorando porque nadie podría describir mejor los espacios que he habitado en mi vida de soledad…
Sus palabras su vivencia son una fotografía de esos tiempos de la mayor de mis angustias…
De la más cruda de mis soledades…
Yo he habitado ese mismo espacio interior… y me impresiona que un poeta desde la cárcel condenado a perpetuidad me lo recuerde…
Que misterio nuestra humanidad y cómo me impresiona también que bajo el rotulo de criminal y un peligro para la sociedad, pueda habitar tanta vulnerabilidad…
También me conmueve Jorge… ese perro viejo tirado a la salida de una iglesia… esperando…
Yo también he estado ahí…
Y ha Mauricio le digo… que bello corazón de padre… que bello corazón de padre… ¿cuántos hijos quisieran que su padre los pensara así? La estructura de su poema es totalmente creativa. Un acierto. Lo felicito.
Alguien me enseño que el lenguaje del ser es poético… me conmueve escuchar hablar el ser humano hablándonos desde la cárcel de alta seguridad
Postdata:
Todos los idiomas del latín derivados del latín forman la palabra compasión con el prefijo com - y la palabra passio que significa originalmente padecimiento. Esta se traduce a otros idiomas, por ejemplo al checo, al polaco, al alemán, al sueco, mediante un sustantivo compuesto de un prefijo del mismo significado, seguido de la palabra sentimiento; en checo: sou-cit; en polaco: wspol-czucie; en alemán: Mit-gefuhl; en sueco: med-kansla.
En los idiomas derivados del latín, la palabra compasión significa: no podemos mirar impertérritos el sufrimiento del otro; o, participamos de los sentimientos de aquel que sufre. En otra palabra, en la francesa pitie (en la inglesa pity, en la italiana pietá, etc.) que tiene aproximadamente el mismo significado, se nota incluso cierta indulgencia hacia aquel que sufre. Avoir de la pitie pour une famme significa que nuestra situación es mejor que la de la mujer, que nos inclinamos hacia ella, que nos rebajamos.
Este es el motivo por el cual la palabra compasión o piedad produce desconfianza; parece que se refiere a un sentimiento malo, secundario, que no tiene mucho en común con el amor. Querer a alguien por compasión significa no quererlo de verdad.
En los idiomas que no forman la palabra compasión a partir de la raíz del padecimiento (pasión), sino del sustantivo sentimiento, estas palabras se utilizan aproximadamente en el mismo sentido, sin embargo es imposible afirmar que es un sentimiento secundario, malo. El secreto poder de su etimología ilumina la palabra con otra luz y le da un significado más amplio: tener compasión significa saber vivir con otro su desgracia, pero también sentir con el cualquier otro sentimiento: alegría, angustia, felicidad, dolor. Esta compasión (en el sentido de wspolczucie, Mitgefuhl madkansla) significa también la máxima capacidad de imaginación sensible, el arte de la telepatía sensible; es en la jerarquía de los sentimientos el sentimiento más elevado.
Milan Kundera/ LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER
Nota:
Era necesario esta aclaración para decirle que sus poemas me ha conmovido y despertado a la compasión… En los términos que define Milan Kundera.
Las esperas tendrán más esperanzas, si desde el módulo AB, cálidamente, a veces susurrante y siempre vigorosa, una voz alienta vuelos, sueños, versos. Saludos desde el módulo H Sur.
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